martes, 16 de abril de 2013

UNA DERROTA MENOS AMARGA (72-78)

PALENCIA Baloncesto cae derrotado ante un sólido Lucentum ALICANTE en un irregular encuentro de los palentinos. La derrota lucense asegura la cuarta plaza

Partiendo de la base que las derrotas nunca son dulces, más bien son amargas para cualquier deportista, la derrota cosechada por los palentinos en la noche del viernes, puede considerarse como la menos amarga, ya que los colegiales tutearon a un equipo plagado de estrellas para la categoría, a una entidad que hace no mucho años jugaba en dos categorías por encima a la de PALENCIA Baloncesto, y una derrota que en términos clasificatorios no tiene trascendencia porque CB Breogán caía también en Cáceres y de esta manera los palentinos se aseguran una histórica e increíble cuarta posición, a falta de una última jornada en la que los palentinos no se jugarán absolutamente nada.

     PALENCIA Baloncesto empezó frío el choque, como viene siendo habitual en los últimos encuentros en el Marta Domínguez, tras el 2-2, un parcial de 0-11 de los levantinos con tres triples incluidos, dos de ellos de un inspirado Romá Bas obligaban a Natxo Lezkano a solicitar su primer tiempo muerto de la noche. Los morados conseguían cortar la hemorragia y la salida de Quique Garrido a la pista, autor de 10 puntos en poco más de cinco minutos, igualaba un encuentro en el que al margen de los triples iniciales, Taylor Coppenrath, que salía desde el banco y Darryl Middleton, hacían daño en la defensa local. Un triple del base catalán, Quique Garrido, sobre la bocina dejaba el resultado al final del primer cuarto en 16-23.

El primer cuarto había servido de calentamiento a los castellanos, que en el segundo cuarto desplegarían su mejor juego. El juego que ha enganchado esta temporada a su afición, con una defensa muy intensa que permite correr el contraataque, o sino disfrutar de la confianza suficiente como para anotar en estático. Y vaya que seis-siete minutos exhibieron los palentinos tantos defensivos como ofensivos, con Janis Porzingis y Jonathan Durley como estiletes en ataque, los locales no sólo igualaron el encuentro, sino que tras un parcial de 10-0, se colocaron con la máxima renta a favor +8 (40-32). Los de Rubén Perelló estaban impotentes ante el vendaval palentino, pero un equipo tan veterano como éste, estos golpes no los acusa tanto y con Guillermo Rejón intimidando en defensa y Romá Bas, otra vez acertado en el tiro, dejaba la renta uno abajo al llegar al intermedio (43-42).

     Parece que sentó peor el descanso a los locales, quien tras la reanudación con dos canastas iniciales de Lucentum ALICANTE, se veían otra vez detrás en el electrónico. Se entraba en unos minutos de intercambio de “golpes”, esperando ambos equipos lo que sería la batalla final, pero antes de ese último cuarto, un parcial 0-9 favorable a los alicantinos les permitía tomar, de nuevo, ventajas en el luminoso. Eran los minutos de Guillermo Rejón, un hombre curtido en mil batallas y de gran experiencia, tan buen jugador de baloncesto, como del otro “baloncesto”, el de un empujón por allí, una cadera por aquí, un te dejo un recado por allá, y esta vez los árbitros se lo consintieron. A falta de los últimos diez minutos la ventaja era seis puntos a favor de los visitantes, 57-63.

Tocaba remontar a PALENCIA Baloncesto, y la empresa no era nada fácil, porque ante un equipo tan veterano como el alicantino, la cosa se complica aún más. Las ventajas se movían por los 6-8 puntos a favor de los visitantes en los primeros minutos del último período. Cada canasta levantina era contestada por los morados. El equipo colegial lo intentaba de todas las formas, pero cuando no era un acierto de Lucentum ALICANTE, era un error de los palentinos, o alguna decisión discutida de la pareja arbitral que no tuvieron su mejor noche. El caso es que PALENCIA Baloncesto dispuso de algún ataque para igualar el choque con tiros cómodos, como el caso de Alfredo Ott, pero la  pelota no quiso entrar, para meter más presión a su rival. Todo lo contrario a Pedro Rivero que con un 2+1 sentenciaba el partido para un Lucentum ALICANTE enrachado. Con 72-78 se llegaba a la bocina final.

     Derrota palentina en un irregular encuentro de los de Natxo Lezkano, que tendrán que jugar su último encuentro de liga regular en Melilla, ante un Melilla Baloncesto descendido, y en el que los morados intentarán sumar un triunfo que les permita llegar en una buena dinámica a unos play off en los que PALENCIA Baloncesto dispondrá del factor cancha en la primera eliminatoria.



72 PALENCIA BALONCESTO: Xavi Forcada (0), Alfredo Ott (6,1t), Carles Bravo (6,1t), Urko Otegui (10), Jonathan Durley (16,2t) - cinco inicial - Chema González (-), Quique Garrido (12,2t), Óliver Salazar (-), Iván Martínez (0), Roger Fornas (15,2t), Janis Porzingis (7,1t).

78 LUCENTUM ALICANTE: Albert Sabat (3), Romá Bas (14,3t), Shaun Green (10,2t), Guillermo Rejón (14), Darryl Middleton (10) - cinco inicial - Rafa Huertas (4), Jesús Fernández (2), Alex Llorca (2), Pedro Rivero (9,2t), Taylor Coppenrath (10).

Árbitros: Rafael Serrano Velázquez y Mariano Martín Palomo Cañas. Señalaron 24 faltas a los locales, por 20 a los alicantinos. Fueron eliminados por cinco faltas Jonathan Durley y Alfredo Ott (PALENCIA Baloncesto). Regular, muy protestados por la afición local.
Parciales: Primer periodo: 16-23; Segundo periodo: 27-19 (43-42); Tercer periodo: 14-21 (57-63); Cuarto periodo: 15-15 (72-78).

Incidencias: Pabellón Municipal Marta Domínguez. Unos 2700 espectadores.


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